domingo, 28 de septiembre de 2008

El bueno del doctor Dabic

A finales de julio del presente año, el supuesto criminal de guerra Radovan Karadžić fue apresado y puesto a disposición del tribunal La Haya a pesar de contar con un inmejorable disfraz -que hubiera hecho las delicias del mismísimo Mortadelo- con el que ocultarse entre el siempre acogedor pueblo serbio.

Hoy, pasatiempo: Halle las 116 diferencias.

Este prócer se ocultaba tras la barbada identidad de Dragan Dabic, un terapeuta bioenergético que llegó a participar en conferencias y camas redondas, dispensaba dadivosamente su karma allí donde fuere e incluso publicó algún artículo en reputadas revistas versadas en lo "alternativo".
Y es que, amigos: ¿qué hay más alternativo que masacrar a miles de personas?

El Dr. Dabic, rodeado de otros seres alternativos.

Quienes tuvieron trato con el doctor Dabic aseguraron que era un hombre que irradiaba paz y serenidad entre sus congéneres; por tanto, quedáronse estupefactos al conocer la verdadera identidad del supervillano, lo que dice mucho de las asombrosas capacidades del pueblo serbio para percibir extrasensorialmente el aura de los demás...

...aunque conociendo al que consideran
su más ilustre intelectual, tampoco sorprende.


Lo más jocoso del asunto es que el manuscrito original de nuestro Diccionario incluía un entrada dedicada al señor
Radovan Karadžić/Dr. Dabic, fruto de nuestro encuentro con el susodicho durante nuestra provechosa vuelta al mundo que dio como fruto el libro que usted ya debería tener entre sus manos.

Efectivamente, en la brutal Serbia no sólo descubrimos las infinitas posibilidades de uso
de las toallistas para bebé como elemento de tortura sino que además compartimos varias botellas de aguardiente de patata con el Dr. Dabic, reputada figura del desternillante mundo que ha centrado nuestras investigaciones. Durante una etílica noche en que fue vencido por la nostalgia de los días pasados, el Dr. Dabic nos confesó su verdadera identidad entre sonoras carcajadas y algún que otro vómito...

Lamentablemente, los editores de Bastardi e Maiale censuraron dicha aportación en la edicición del Diccionario porque no querían verse envueltos en turbias cuestiones legales (aunque más bien lo hicieron porque no amenazamos con suficiente contundencia su integridad física). Pero ahora, queridos lectores, el ciberespacio nos brinda la oportunidad de publicar aquella mítica entrada censurada dedicada a Radovan Karadžić/Dr. Dabic que rezaba como sigue.

Karadžić, Radovan: Psiquiatra serbio proscrito de la justicia que oculta su verdadera identidad tras la abundante barba de su alter ego, el doctor Dragan Dabic. Este político retirado y genocida vocacional ha abandonado su antiguo oficio para dedicarse a estafas menores gracias a su talento como masajista bioenergético, homeópata, psicópata y peluquero. Establecido en las afueras de Belgrado, el doctor Dabic ha alternado su carrera como gurú con la enseñanza y la escritura de hilarantes textos como La limpieza étnico-aural o la guía de viajes Parajes ocultos de la Gran Serbia: mil fosas comunes que debe visitar. Amado por la sencilla y despiadada gente de la Serbia profunda, el doctor Dabic lleva una vida pública ajetreada en la que, a imitación de su idolatrado doctor Lecter, gusta pasearse sin disimulo luciendo americanas de lino crudo y sombreros Panamá. Habitual de las televisiones locales serbias, el doctor Dabic parece haber gozado de una singular impunidad frente a las autoridades internacionales gracias a su habilidad como transformista y, sobretodo, a los exquisitos masajes con los que obsequiaba a algunas esposas de los más altos cargos del Tribunal Penal Internacional de la Haya.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Bienvenidos todos

E incluso todas.

Este blog nace con decisión. Sabemos que considerando la percepción que tiene de nosotros la justicia internacional, lo más sensato hubiera sido permanecer en el comodísimo anonimato en el que hemos sobrevivido hasta hoy. Pero creemos que la edición española de nuestro celebérrimo Diccionario de Autoayuda, Espiritualidad y Bestialismo bien merece un acto de inmensa valentía, parapetados tras una pantalla y un retrato robot que, obviamente, no hace ninguna justicia a la realidad (no olvidemos que lo realizaron policias italianos).

Pobre intento de captar nuestra
compleja caracterología psicológica
.

Pero es que no pudimos resistir la irresistible oferta económica que nos hizo la Editorial Comanegra mientras estábamos ocultos a ojos del mundo y de las autoridades competentes, máxime teniendo en cuenta la reciente subida de precios de los alquileres en Puntarenas.

¿Quién, en su sano juicio, rechazaría una fabulosa cifra en concepto de adelanto, discretamente depositada en una cuenta bancaria suiza? Sólo lo haría un imbécil. O bien un escritor de libros de autoayuda que acaso la prefiriera en las Islas Caimán. Eso sí: nuestros entusiastas amigos de Comanegra, seguramente abrumados por nuestro inacabable talento, nos rogaron que crearamos un blog como instrumento para dar a conocer nuestras recientes investigaciones, las que jamás hemos dejado de elaborar aunque nuestras condiciones de vida, durante estos años, no hayan sido siempre las más favorables para llevarlas a cabo, pues como sabemos, la ciencia necesita grandes dosis de concentración y esfuerzo...

En esta simpática fotografía,
el Dr. Bermúdez me saluda desde la lancha.

Sin embargo, nuestro objetivo, ayer y hoy, ha sido siempre el mismo: poner un poco de orden y rigor en el delirante mundo de la autoayuda, las ciencias ocultas, las terapias alternativas, la espiritualidad y el bestialismo. Con la distancia que dan muchas noches de ebriedad, ahora vemos que el esfuerzo valió la pena. Con el apacigüamiento que da imaginar las noches de ron de caña que vendrán, sufragadas por nuestros nuevos editores, intuimos que este blog no es ningún error.

He aquí nuestra opus magna.

Ah... se ha dicho tanto y tanto sobre nosotros... ¡Si supieran cómo nos consume la tristeza...! Mucho se nos ha vilipendiado y humillado. Nos han llamado absolutamente de TODO: racistas, pervertidos, tarados, misóginos, sinvergüenzas, desgraciados, diabéticos... Y eso sí que es intolerable: sepa el querido lector que nuestro niveles de azucar en sangre están perfectamente, a pesar de nuestra adicción a las caipirinhas.

Sea como sea, les emplazamos ahora a que nos sigan en este viaje que les proponemos por el inmenso universo de la estupidez humana, siempre en continua expansión. Acompáñennos, gracias a nuestra inmensa capacidad de esfuerzo, sacrificio y trabajo. Por cierto, no esperen actualizaciones diarias de este su blog, a partir de ahora también el nuestro.